Recientemente he estado muy pensativa sobre el “verdadero
arrepentimiento”, y preparé varias preguntas para obtener más
clarificación (purificación, refinación,
aclaración):
- ¿Qué es el significado, los sinónimos y antónimos?
- ¿Qué es un verdadero arrepentimiento? Hagamos una comparación: ¿Qué piensa el ser humano [yo]? / ¿Qué dice la Palabra?
- ¿Cuáles son las cualidades?
- ¿Cuáles son los frutos, y me pregunto si mi testimonio estará mostrando los frutos?
- ¿Tendré yo un verdadero arrepentimiento?
Pero para
inicial, no deseo pasar por alto compartir unas palabras observaciones antes
de continuar con las preguntas.
- Hemos determinado que el camino que hemos escogido—la SENDA ANTIGUA—es bello, sufrido, pero bello; está lleno de esperanzas y promesas para vivir en este peregrinaje en paz y tranquilidad, y nos muestra en como guerrear, dándole frente a los ataque de sorpresa del enemigo [Satán], para levantarnos en la brecha a pesar de todos los vientos malignos que se impone (asigna) en nuestro camino para impedir nuestro triunfo en esta peregrinación: cruzada, éxodo, huida, sacrificio y persecución para no obtener la santidad que es requerida (solicitada, pedida, necesitada, precisada, ordenada, mandada, obligada) en la vida eterna.
- Hemos entrado a la purificación y a la consagración aún más cada nuevo día.
- Del mismo modo, hemos experimentado e incuestionable, que no ha sido fácil rendirnos aún más: A veces somos tratadas mal, escupidas, despreciadas y hasta encarceladas (encerradas, recluidas, aisladas, incomunicadas, capturadas, atrapadas, detenidas) aun en nuestros propios hogares y por nuestros propios queridos.
- Pero por igual, hemos decidido que indudablemente esta es la mejor decisión que hemos escogido y continuaremos poniéndola por obra.
- Nos hemos continuamente esforzado por nuestro bienestar a: (1) Perdonar y a olvidar todo mal hecho hacia nosotros y hacia nuestros queridos. (2) Amar al que se comportó como un enemigo. (3) Intentar, una y otra vez, de mantenernos en el Shalom—en la Paz—que nuestro Salvador nos da para soportar toda tormenta, tempestad, dardo, locura que se le ocurre al enemigo [Satán] y también las tentaciones [por causa a nuestros propios deseos y pasiones (Gálatas 5:24; Colosenses 3:5; Santiago 1:14)] para tumbarnos, turbarnos y sacarnos de la preciosa y pacifica paz [unas de las esencias o naturaleza de nuestro Amado Salvador].
Si el enemigo logra a sacarnos del fruto “paz”, él toma la ventaja y caímos en la preocupación; perdiendo
la confianza en el que se sacrificó y derramó su sangre preciosa por nuestras
almas para que alcancemos la liberación y salvación—la vida eterna.
Por eso es esencial mantenernos en Su fruto “paz” para confiar en Él constantemente y continuamente para
poder escuchar Sus preciosas instrucciones, advertencias y guía; los cuales nos
muestra (prueba, presenta, aconseja) si en realidad
le estamos fallando en ciertas áreas.
En la paz, tranquilidad y calma podemos comprender y
captar nuestra auténtica realidad de la
medida del arrepentimiento en el cual
caminamos. “¿Qué
dices?” me preguntas. Bueno,
permíteme explicarme:
1. Comprendemos
que sin la ayuda del Padre
Celestial, por medio nuestro Salvador, no podemos llegar al arrepentimiento. Él nos muestra nuestros pecados y nos
llama a Su redil (Juan 10:3) —es decir, nos
llama al arrepentimiento; al reconocimiento y nos revela con claridad nuestra
rebeldía contra Él la cual nos impide entrada a la vida eterna.
2.
Todo don y
fruto tiene potencial de crecimiento; igual es el don y los frutos del arrepentimiento. [En Romanos
12:3 dice, “sino
que piense con buen juicio, según la medida (tamaño,
magnitud, profundidad o proporción) de fe que el Eterno ha distribuido (impartido) a cada uno”.]
3. Por igual,
hemos comprendido que todo lo que el Eterno nos da son regalos, dones y
galardones. (Efesios 2:8;
3:7; Santiago 1:17; 1 Pedro 3:7)
4. Con cada nuevo paso
en la purificación, hacia la plena consagración, liberación, sumisión y
obediencia en lealtad, estamos siendo educadas y cultivadas por medio la dinámica
enseñanza en las Instrucciones y Guías que nos brinda la Hacendosa Palabra del Eterno.
Tales ilustraciones nos ayudan a reconocer las áreas en que todavía estamos
descuidadas o incorrectas, “hasta el borde o repletas”, en maldición [¡Ay!]. Tales áreas
de maldiciones o ataduras pueden aún ser engañadoras: nos tienen caminando en
cadenas con pensamientos y entendimientos todavía llenos de confusión,
turbación, ira, coraje, enojos, ofensa, furia/enfurecimiento o desesperación,
rabia/rabieta, brusquedad/rudeza, berrinche, rencor, odio, indignación/soberbia,
amargura, y con arrebatos de violencia, rebeldía, burla/engaño o broma y con imitaciones,
falsedades y dudas los cuales son manifestaciones que están fuera de la perfecta
voluntad de nuestro Amo. ¡Ay! Padre, Auxílianos.
5. Pues por igual,
el don del arrepentimiento va
aumentando, creciendo, afinándose y renovándose continuamente durante nuestra genuina entrega [caminar] mientras somos procesadas antes de cada nuevo
escale hasta fluir en su fruto [en los frutos del arrepentimiento] con amor, paz, tranquilidad, amabilidad, perseverancia,
gozo bondad, fe, esperanza… (Gálatas 5:16-26; Romanos 12:3)
6.
El don o gracia
del arrepentimiento, progresivamente
continua creciendo y escalando durante las pruebas purificadoras, las cuales
nos muestran las áreas en nuestras almas que, lamentablemente, todavía están en necesidad de nuestra atención para
entregarlas a la purificación en la consagración para alcanzar o activar aún
más el verdadero arrepentimiento.
· Las áreas pueden ser los celos, la comparación al
prójimo, el bajo estima, la inseguridad, la constante tristeza, soledad o los sentimientos
y emociones de infelicidad en el matrimonio o con sí misma, o la vagancia,
etc., para nombrar algunas áreas. [¡Ay!
Padre, solo tú eres el único que me puedes ayudar y mostrarme las áreas en mí
que no son de tu agrado y librarme.
Liberarme, por favor.]
· Otras áreas pueden ser nuestra forma de pensar, nuestros
sentimientos/emociones y acciones negativas, con rudeza, rencor, rabia,
antipatía, aborrecimiento, hostilidad, falta de perdón y sintiéndonos amargos,
juzgando, pero sin darnos cuenta que estamos pecando, y todavía fácilmente
entrando en enojos y hasta nos indignamos, cayendo en la equivocación, engañándonos,
en ira y contaminando al prójimo con nuestras murmuraciones—los chismes—hablando de los pastores, de
los líderes, de los que dirigen los servicios, de las alabanzas que fueron o no
fueron entonadas, de los músicos, de las enseñanzas y las predicas, y hasta
contaminando a los miembros de la congregación y los visitantes por no
comprometernos al Padre a los pies del Mesías en un verdadero arrepentimiento.
o ¡Espera!
¡Una pausa aquí por favor! ¿Pero, como es esto?
¿Si
el Eterno es el que nos llama y nos ayuda a entender que hemos pecado, pues que
está sucediendo aquí?
o Está bien, déjame aclara. Puede ser que:
1. La persona [el creyente] no es un verdadero creyente; o sea, no
fue llamado porque es un lobo mascarado en oveja. (Mateo 7:15; 10:16; Lucas 10:3;
Hechos 20:29; Juan 10:12) o
2. Fue llamado, pero esta atraído por el pecado o por los deseos y las
paciones desenfrenadas o malas que todavía no ha podido vencer o no quiere
vencer. o
3. Fue llamado, pero no pudo vencer el pecado, sus pecados, y fue rechazado
como el rey Saúl porque se levantó y blasfemó a Yahweh. ¡Ay!
o
4. El creyente fue llamado y quiere agradar al Padre Celestial y a Su Hijo
Amado, pero todavía está siendo procesado y hay ciertas áreas que no ha podido
entregarle o rendir [rendirse] o humillarse
o vencer o está todavía batallando contra demonios por su liberación. En otras palabras, está en un proceso,
individual, en las manos del Eterno, y
poco a poco está siendo moldeado y transformado a la imagen de Su propio
Salvador en su forma de pensar, en sus emociones y sentimientos y hasta en sus
acciones con todo lo que dice, en cómo se expresa y en lo que hace.
CLAVE: Esto es muy, pero muy importante
para no olvidarnos cuando observamos al prójimo no mostrando frutos de
un verdadero arrepentimiento. Yo le pido al Eterno que no me dije olvidar
estas verdades que acabo de mencionar porque, definitivamente, fue aclarado por
Él.
Ahora, valla conmigo
a un trayecto el cual estaremos explorando e investigando, lo cual será de
reconocimiento, utilizando la hacendosa guía—la Santa Escritura—, y para ver lo que dice sobre este teme fundamental
de nuestra salvación para aclarar nuestra intima condición espiritual—especificándonos
nuestra individual medida del don “arrepentimiento”
que al presente día poseamos; o sea, vamos a examinarnos con el
entendimiento y con los ojos de nuestro Amado para comprender lo que Él ve en
nosotras [las áreas todavía afectadas y
contaminadas por el pecado] que nos impide llegar a la meta (a
la cima) del “verdadero
arrepentimiento”.
1. Significado y Sinónimos
Arrepentimiento
Significado: (sustantivo-individual y propio) sentimiento de
pesar y culpa por una acción.
Sinónimos: remordimiento, reconocimiento, abatimiento, disgusto, dolor, aflicción, pena...
Antónimos: contumacia-terquedad, impenitencia-rebeldía,
reincidencia-porfía…
Arrepentirse
Significado:
(verbo-palabra y
expresión) sentir pesar y culpa por una
acción pasada. Cambiar de opinión, hacer algo distinto a lo decidido.
Sinónimos: lamentar:
llorar, gemir, clamar, implorar.
Antónimos: obstinarse-rebelarse, insistir-reclamar…
NOTA: Arrepentirse sobre el pecado hecho
contra sí misma, el prójimo y contra nuestro Padre Celestial y nuestro Salvador.
Esto, por cierto, es un dolor profundo
el cual no recibimos el alivio hasta que nos rindamos de rodillas y
pidamos pedir y disculpa por tal pecado, falta o falla. Aquí, es cuando recibimos su perdón, pero incluso,
a veces tenemos que pedirle perdón al prójimo para que la carga o la culpa se marche
y el prójimo sea libre también.
2. ¿Qué es un Verdadero Arrepentimiento?
Una comparación:
① Lo Que Piensa
El Ser Humano
② Lo Que Dice La Palabra
Cada una de nosotras tenemos una base o entendimiento
sobre el verdadero arrepentimiento, por
tanto, vallamos rapidito a lo que dice la Hacendosa Palabra sobre este tema.
En Ella Se Encuentra la Salvación
(protección, ayuda, refugio, liberación):
· Porque así dice el Todopoderoso Omnipotente, el Santo
de Israel: En el arrepentimiento y la calma está su salvación, en la serenidad
y la confianza está su fuerza, ¡pero ustedes no lo quieren reconocer!
(Isaías 30:15) ¡Ay!
NOTA: ¿Cómo es? Repita por favor. Dice que, ‘no lo quieren reconocer’ que en la
SERENIDAD (firmeza, equilibrio,
tranquilidad, paz, quietud, silencio, dulzura) y
en la CONFIANZA (intimidad, fe,
convicción, esperanza, moral, franqueza, sinceridad, fidelidad) está SU y MI o NUESTRA [salvación] fuerza’. La fuerza (fortaleza,
influencia, firmeza) de
la salvación es en la calma (paz,
paciencia, firmeza)
y en el arrepentimiento porque sin el arrepentimiento no alcanzamos la
salvación—, y el reconocimiento del mal hecho sin el remordimiento
no se haya el arrepentimiento; es
decir, para alcanzar el verdadero
arrepentimiento, tiene que estar el
reconocimiento y el remordimiento por nuestra propia e individual desobediencia—pecado.
·
Así se presentó Juan en el desierto y predicando el
inmersión (baño/lavado) de arrepentimiento para el perdón de pecados. (Mateo 1:3-5)
·
y en su
nombre [Yahshua] se
predicarán el arrepentimiento y el perdón de pecados a todas las naciones,
comenzando por Jerusalén. (Lucas 24:47)
Es Un Llamado (convocado,
denominado, solicitado, invitado) y Un Lamento (lloro, clamo, imploro):
· [Llamado al arrepentimiento] Vístanse (calzarse) de duelo y
giman, sacerdotes; laméntense (arrepentirse), ministros
del altar. Vengan, ministros de mi Altísimo, y pasen la noche (vigilia) vestidos de luto (pesadumbre/arrepentimiento), porque las
ofrendas de cereales (semillas) y las
libaciones han sido suspendidas en la casa de su Eterno. (Joel 1:13)
Es Un Regreso al Eterno:
· [Arrepentimiento
para traer bendición] Vuélvete, Israel, a tu Eterno. ¡Tú perversidad te ha hecho caer! (3.Oseas 14:1) (Miremos
a Romanos 11 también.)
Recibiremos la Bendición a causa a la Obediencia del arrepentimiento del
Pecado:
·
Cuando recibas todas estas bendiciones o sufras
estas maldiciones de las que te he hablado, y las recuerdes en cualquier
nación por donde Yahweh tu Altísimo te haya dispersado; y cuando tú y tus hijos se vuelvan a Yahweh tu Altísimo
y le obedezcan con todo el corazón y con toda el alma (espíritu, voluntad,
conciencia, entendimiento, comprensión, mente, instinto, sentimiento,
sensibilidad) tal como hoy te lo ordeno, entonces Yahweh tu Altísimo restaurará tu buena
fortuna (posición) y se compadecerá de ti. ¡Volverá a reunirte de todas las naciones por
donde te haya dispersado! (Deuteronomio 30:1-3)
3. Las Cualidades
·
Y un siervo del Eterno no debe andar peleando; más bien, debe ser amable con todos, capaz de enseñar y no propenso a
irritarse. Así, humildemente,
debe corregir a los adversarios, con la esperanza de que el Eterno les conceda el arrepentimiento para
conocer la verdad, de modo que se despierten y escapen de la trampa en
que el diablo los tiene cautivos, sumisos a su voluntad. (2 Timoteo 2:24-26) ¡Clave!
Ya no Juzgar,
Pretender ni Vender o Cambiar:
· Es imposible (increíble, impracticable, inútil) que renueven su arrepentimiento aquellos que han sido
una vez iluminados, que han saboreado el Don Celestial, que han tenido parte en
el Espíritu Santo [Yahshua] y que han
experimentado la buena Palabra de Yahweh y los poderes del mundo venidero, y
después de todo esto se han apartado. Es
imposible (increíble), porque así vuelven a clavarlo (inmovilizar, parar), para su propio mal, al Hijo de Yahweh,
y lo exponen a la vergüenza pública. (Hebreos
6:4-6)
· y de que nadie sea
inmoral ni profano como Esaú, quien por un solo plato de comida vendió (negocio, denuncio) sus derechos de hijo
mayor. Después, como ya saben, cuando
quiso heredar esa bendición, fue rechazado: No se le dio lugar para el arrepentimiento, aunque con
lágrimas buscó la bendición. (Hebreos 12:16-17)
· Por eso, dejando a un
lado las enseñanzas elementales acerca del Mesías, avancemos hacia la madurez (discernimiento, responsabilidad,
prudencia, reflexión, discreción, equilibrio). No
volvamos a poner [jugar, arriesgar, descansar, dejar] los
fundamentos, tales como el arrepentimiento
de las obras que conducen a la muerte, la fe en Yahshua, la instrucción
sobre la inmersión/baño/lavado [del pecado], la
imposición de manos, la resurrección de los muertos y el juicio
eterno. Así procederemos, si el
Eterno lo permite. (Hebreos 6:1)
NOTA: ¡Ay! Necesitamos estar seguras que tengamos un verdadero arrepentimiento para no
regresar, jamás, a nuestros pecados del pasado porque será muy difícil regresar
al redil, y posiblemente ser rechazadas(os) como Esaú y el rey Saúl. Ay no, no…
4. Los Frutos Evidente En El Testimonio
· Pero al ver que muchos
fariseos y saduceos llegaban adonde él estaba sumergiendo/bañado/lavado, les advirtió: ¡Camada (cría-cama) de víboras (serpientes)! ¿Quién les dijo que podrán escapar del
castigo que se acerca? Produzcan frutos
(obras) que
demuestren arrepentimiento. (Mateo 3:7-9)
· Al contrario,
comenzando con los que estaban en Damasco, siguiendo con los que estaban en
Jerusalén y en toda Judea, y luego con los gentiles, a todos les prediqué que
se arrepintieran y se convirtieran a
Yahweh por medio Yahshua, y que demostraran su arrepentimiento con sus buenas
obras. (Hechos 26:20)
· ¿Piensas entonces que vas a escapar del juicio del Eterno, tú que juzgas
a otros y sin embargo haces lo mismo que ellos? ¿No ves que desprecias las riquezas de la
bondad del Eterno, de su tolerancia
y de su paciencia, al no reconocer que su bondad quiere
llevarte al arrepentimiento? Pero por tu obstinación (porfía, terquedad,
fanatismo-idolatría) y por tu corazón empedernido (endurecido) sigues acumulando
castigo contra ti mismo para el día de la ira, cuando el Eterno revelará su
justo juicio. (Romanos
2:3-5) Padre
ayúdame
NOTA: ¡Ay Padre! Aquí nos dice que Su
paciencia y tolerancia hacia el prójimo, y nosotros por igual, es inmenso y sin
indiferencia hacia la circunstancia, o sea,
el pecado, y no debemos juzgar a nadie ni así misma(o) porque Él sigue
tratando con todos para que podamos alcanzar la salvación. Su misericordia es grande.
5. ¿Tendré Un Verdadero Arrepentimiento?
Vamos, preguntémonos esta pregunta la cual es muy
íntima. Y aunque pensemos que sí, vamos
a preguntarle al que verdaderamente sabe la respuesta y no nos va a engañar ni
a mentir. Él sinceramente nos está
esperando.
Vamos atrevernos a preguntarle porque será de
bendición aunque suframos—porque palparemos nuestra propia muerte espiritual—, pero
será lo más increíble porque vamos a experimental el camino de un peregrino tal
como el Mesías, en total libertad, y
el sufrimiento será como unción, piedad y devoción de bendición sobre nuestro
ser. ¡Haleluyah!
PARA RESUMIR
No es permitido juzgar al prójimo [ni a si misma] que este
todavía en el pecado porque nuestro Amado Padre Celestial esta pacientemente
tratando con la persona. Él es el único
que tiene la paciencia y la tolerancia para soportar la desobediencia [nuestra desobediencia porque todos pecamos]. Gracias al Mesías por interceder
por nosotras, porque si no, ¡ay de
nosotros! (Romanos 8:34)
CONCLUSIÓN
Ya podemos comprender que el arrepentimiento es un don y a la misma vez, tiene frutos los cuales progresivamente
continúan en crecimiento durante las pruebas purificadoras—nuestra muerte espiritual.
También comprendemos que para llegar a la cima de un “verdadero arrepentimiento”, tenemos que
examinarnos con sinceridad y franqueza, y pensar en la posibilidad de no tener
un genuino arrepentimiento.
Sin el genuino arrepentimiento, no podemos ser humildes (sumisos, obedientes dóciles, rendidas, manejables,
disciplinadas, respetuosas).
Con un humilde corazón, nuestro Amado nos mostrará las áreas todavía contaminadas
con el pecado en sí misma, y nos ayudará, o seas, nos quitará el engaño, para ser
transformadas en tales áreas y poder ser halladas dignas de su plena alabanza. (Salmos 18:27; Job 22:29; 2 Samuel 22:28; Proverbios
29:23; Isaías 57:15)
Como nos dice Saulo, también digo yo:
“Si bien los entristecí
con mi carta, no me pesa (disgusta). Es verdad
que antes me pesó (molestó, disgustó,
agobió), porque me di cuenta
de que por un tiempo mi carta los había entristecido. Sin embargo, ahora me alegro, no porque se
hayan entristecido sino porque su tristeza los llevó al arrepentimiento. Ustedes se
entristecieron tal como el Padre Celestial lo quiere, de modo que nosotros de
ninguna manera los hemos perjudicado. La
tristeza que proviene del Eterno produce el arrepentimiento que lleva a la salvación, de la cual no hay que
arrepentirse, mientras que la
tristeza del mundo produce la muerte.” (2 Corintios
7:8-10)
Hermanitas, yo no le deseo el mal,
ni quiero avergonzarlas ni a mí misma, sino, más bien, solo deseo escudriñarme
profundamente para no engañarme a mí misma y perder mi salvación.
No quiero caminar un paso más en
este maravilloso camino del Mesías sin comprenderme y sin comprender la
realidad del verdadero arrepentimiento
que el Mesías exige y nos invita a tener para poder lograr mi propia salvación,
y para que mi testimonio brille más alumbroso que el sol.
Pues, también deseo compartirlo contigo
para que unidades entremos más en las profundidades del arrepentimiento y seamos parte del Cuerpo del Mesías porque
estaremos más alertas y conscientes de nuestra propia espiritualidad [no en la del prójimo] ya que
no queremos caer en juzgar tal como nos indica la Palabra en (Romanos 2:3-5) para alcanzar y mantener el “verdadero
arrepentimiento” cada nuevo día los cuales están llenos de los ataques y
locuras que se inventa el maligno contra nosotras, nuestros familiares y el
pueblo de Yahweh.
[Pero no me
puedo olvidar de este importante alerta en Gálatas
6:1 “Hermanos, aun si alguno es sorprendido
en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradlo en un espíritu de
mansedumbre, mirándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.”]
SHALOM
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