Wednesday, July 23, 2014

Y EL PROFETA LE DIJO, “¡ENTREGATE MÁS—TE ESTOY ESPERANDO!” ¿Qué?, ¡No!, ¿Cómo Puede Ser?

Yo he escuchado anteriormente esta frase (expresión, oración/plegaria, proposición, enunciado, pensamiento) muchas veces en el camino de la “Senda Antigua” hacia la santidad.  También he escuchado la misma frase o palabras en el mundo secular; en todas las áreas de la vida, pero cuando se escuchan estas palabras o este mensaje por medio un profeta es cuando todo cambia.  
 
ENTRÉGATE (rendirse, ofrecerse abandonarse, darse, aplicarse, sacrificarse, dedicarse)
 
MÁS (más y más, aumento, acrecentamiento, engrandecimiento)
 
TE ESTOY (vivo, existo, quedo, permanezco)

 

ESPERANDO  (ir al encuentro, estar a la expectativa, insistiendo, creyendo, anhelando)”

Cuando el Padre Celestial habla por medio de Su profeta escogido, y señala a una persona y le dice la misma frase (enunciado-especificado), “Entrégate Más—Te Estoy Esperando”, ”, el recibidor del mensaje se ajusta los pantalones (si es hombre) o la falda porque reconoció que algo todavía le falta en el área de la purificación hacia la santificación, porque comprendió que fue comisionada, autorizada, apoderada, acreditada, mandada, ordenada o enviada a entrar en el ministerio de la guerra espiritual por su propia vida, es decir, para recibir aún más la liberación para aferrarse y sujetarse hasta inmovilizarse/estabilizarse en la salvación.  Es como un llamamiento a un encuentro más profundo de lo que anteriormente vivía y actualmente vive o experimentado.

 El profeta escogido por Yahweh, con su testimonio de santidad como un acreditado y notable con autoridad, ya no es una persona más hablando con sus propios pensamientos, y aún más cuando el profeta ni siquiera conoce la situación, ni la vida personal y espiritual de la persona la cual le entrego tal mensaje.  Puesto que el profeta no habló por sus propios intereses, ni por su propio entendimiento de la circunstancia de la persona al cual le dirigió el mensaje divino.

 Cuando el Todopoderoso habla con la frase, es decir, con el mensaje, “Entrégate Más—Te Estoy Esperando”, ya no es cualquier frase ni palabras, sino,

  • un llamado (solicitado, invitado),
  • un aviso (amonestación, consejo, observación, indicación, repaso, revelación, llamamiento),
  • una instrucción (orientación) o guía (dirección) hacia el próximo paso (escalón) para conquistar,
  • una comisión/misión o un encargo

    comunicado directamente de lo Alto; sea para motivación o crecimiento o liberación o purificación o para preparación al llamado, o por causa a una prueba en forma de tragedia o por el motivo de tener que experimentar y pasar, aún más, por el doloroso fuego purificador.

La persona que fue señalada se puede preguntar muchas preguntas y hasta entrar en humillación o vergüenza; especialmente si la persona actualmente está entregada—rendida a la oración, al ayuno, a la lectura de la Sagrada Escritura y cuidadosamente examinándose a los pies del Mesías con todo pecado a la luz [o así creé y ha entendido hasta ese momento], perdonando y pidiendo perdón de todo pecado todavía oculto en sí misma.  Son varias las preguntadas que se pueden hacer en el momento cuando el Todopoderoso dice, “Entrégate Más—Te Estoy Esperando”.

  • ¿Cómo puede ser?
  •  ¿Cómo más me puedo entregarme?  He hecho todo; he ayunado, orado, guerreado y continuamente estudio la Sagrada Escritura.
  •  Ahora sí que se puso intensa la cosa, ¿Qué hago?, ¿Ahora qué?
  • ¿Cómo? No sé qué más hacer
No habiendo más remedio, al fin, la persona se rinde, “Auxíliame, la persona suplica a los pies del Todopoderoso en oración pidiéndole que le muestre como tiene que “Entregarse Aún Más”, y que por Su Santa Misericordia, sea más claro y más simple para poder entender; discernir y comprender lo que le falta hacer para cumplir con el mandato “Entrégate Más” porque el mismo Amo de su vida, su propio Creador y Salvador, la ha llamado a la intimidad y la está esperando.

 Me encontré con los siguientes versículos y los usaré como puntos clave. (Salmos 26:2, 1 Juan 3  :16 y Gálatas 5:22-25)

 Para comenzar, miremos al Salmos 26:2; este verso contiene unas de las muchas oraciones y suplicas del rey David hacia el Trono de la Gracia.

Mientras yo leía la Palabra en los Salmos, tropecé en el escenario de una plática (conversación) muy íntima con el rey David y el Padre Celestial.  En este acontecimiento, yo pude ver al rey David rogándole, clamándole e implorándole al Todopoderoso que lo examinará y que escudriñará [que investigará, que inspeccionará, que observará] su mente—su corazón, pero no fue suficiente que lo examinara, sino, que también lo pusiera a la prueba para que Yahweh, el rey David y las atmosferas, en lo espiritual, malignas pudieran ver que el rey David era un hombre justo (razonable, neutral, firme, equilibrado, asegurado, íntegro, recto, honesto, honrado, cabal, decente, incorruptible, puntual, correcto, apropiado, indiscutible, legítimo).  NOTA: Ser encontrada por Yahweh como una hija recta (imparcial, razonable, objetiva, incorruptible, equilibrada, ejemplar, sincera, honesta, consciente) no es poca cosa..


 Veamos este punto clave para poder comprender el mensaje en su profundidad: Tú has probado mi corazón, Me has visitado de noche; Me has puesto a prueba y nada hallaste.  He resuelto (dispuesto) que mi boca no peque.  (Salmos 17:3)  NOTA: Hermanitas, el rey David le pidió, al que le dio la vida y al que se la puede quitar, que examinará toda su vida en su totalidad; que la explora y la investigará como un detective averigua y pone en claro sus descubrimientos.  El rey David tenía el conocimiento que sería juzgado, para traer a la luz de la santidad, todos sus pecados.  Él entendía de sí mismo que él caminaba en la virtud del fruto de la santidad—él caminaba con Yahweh, pero le ruego que lo examinará porque se propuso a no pecar con su boca, “lengua”.


Veamos otro verso, este es Jeremías en oración: Oh Yahweh de los ejércitos, que pruebas al justo, Que ves las entrañas (almas, profundidades, voluntades, causas) y el corazón (espíritu, alma, la decisión, amor, sentimientos), vea yo Tu venganza sobre ellos, pues a Ti he encomendado mi causa. (Jeremías 20:12)  NOTA: Es bello poder comprender que somos justas porque estamos siendo probadas en el fuego purificador.  Repacemos el verso Salmos 26:2.
Veamos el siguiente versículo clave para aumentar nuestro entendimiento del mensaje y comisión del Todopoderoso: En esto hemos conocido el amor, en que Él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. (1 Juan 3:16 RVR1960)  NOTA: En la entrega también nos rendimos para poder entrar en la profundidad del amor, es decir, profundamente amar.  Con el fruto del amor podemos sopórtalo (aguantar, sufrir, sobrellevar, resistir tolerar, tragar, cargar con, comprender, perdonar, disculpar) todo como Yahshua lo hizo; el soportó toda acción o hecho de maltrato, abuso, violencia, rebeldía hacia Su Persona, y hasta la muerte por causa a nuestra salvación/liberación en el cual nos mostró el camino o el comportamiento de una hijita e hijito del Padre Celestial.  Mientras el fruto del amor continua en creciendo en nosotras, estaremos siendo liberadas durante el proceso de nuestra más entrega..

 Aquí (1 Juan 3:16) nos muestra el amor que el Padre Celestial tiene sobre Su creación—por la humanidad, por el mundo entero.  Preguntémonos, ¿Porque el Padre Celestial permitió que Su Hijo Amado diera Su propia vida por nosotras?  Sabemos que Yahshua no tan solo sacrificó Su Vida en lo natural—en lo terrenal, pero también sacrificó Su Vida en lo espiritual.  Miremos los siguientes sacrificios del Mesías y lo que dejó atrás, o sea, observemos y contemplemos hasta percibir de qué se apartó por un tiempo para mostrarnos en como purificarnos para poder entrar a la santidad, y volver a conectarnos con Él y con Su Padre para obtener la vida eternal:
 

1.     Yahshua se apartó, se entregó, se desconectó, de la presencia del Padre Celestial; de Su unidad de ser uno con Él por un tiempo.
2.     Yahshua se despojó y dejó atrás todas Sus riquezas: Su Soberanía, Su Gloria, Su Honra, Su Poder, Su Autoridad y Su Resplandor; el Creador se desprendió de Su Gloria (perfección, honra, honor, brillo, prestigio, esplendor, majestad, grandeza, loor, aplauso, alabanza, exaltación) y se entregó (donó, prestó, rindió, pagó) y vivió entre Su propia Creación.
3.     Yahshua dejó de estar en todos los lugares a la misma vez.
4.     Yahshua dejó de poder verlo todo, saberlo todo, entenderlo todo para ser como el hombre para mostrarnos en cómo alcanzar la santidad por medio de la obediencia en la purificación durante el sufrimiento de las pruebas en la entrega.  [hasta que se purificó, bueno, así lo entiendo]
5.     Yahshua dejó Su santidad para hacerse pecado por Su Creación—por Sus hijitas(os) escogidos—, y para que toda la humanidad pueda recibir el mensaje de la salvación por Su entrega, y para mostrarnos como santificarnos por medio nuestra entrega.
6.     Yahshua dejó, entregó, Su honra para hacerse vergüenza; un criminal condenado a la muerte en un madero por mí y por ti.
7.     Yahshua dejó ser espíritu para ser como el hombre de carne, sangre y huesos para aprender, como el hombre, a obedecer los mandamientos, las instrucciones, del Padre Celestial tan solo por el amor al Padre, a Él mismo y al prójimo—Su Creación—, y sometiéndose a la perfecta voluntad del Padre con el propósito de enseñarnos la profundidad del entrego por medio el amor.
8.     Como todo humano, Él tuvo que aprender a reconocer quien Él era, cuál era Su llamado y propósito en la tierra, y comprender que Él era el Hijo del Padre Celestial hecho en carne.  Hasta santificarse y convertirse en luz y santidad para mostrarnos la entrega en el camino para abrirnos el entendimiento de:
 
 
 

  • La Luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la comprendieron (no la dominaron). (Juan 1:5)
  • Yahshua fue enviado al mundo y Él nos comisionó por igual tal como Él se santifico en la verdad (en la prueba, en el fundamento de toda la existencia y en la sinceridad de tales) para mostrarnos el camino y el cómo “Entregarnos Más—Porque Él Nos Está Esperando.  (Juan 17:18-21)
  • Nuestro constante conflicto entre nuestra carne y el Fruto del Espíritu de la Virtud—, la carne y el alma la mayoría de las veces esta contra la entrega hacia la santidad que Yahshua nos mostró y manifestó. (Gálatas 5:16-26)

NOTA: Él se despojó de todos los beneficios y cualidades que lo hacían Soberano, o sea, único y todo espíritu como Su Padre Celestial [aunque todavía era único porque Él es el Hijo del Padre Celestial y solo Él pudo hacer lo que hizo por la humanidad], —entrar al mundo como un humano de carne, huesos y sangre como Adam, el primer hombre, pero en el pecado como tú y yo.  Él se hizo pecado para ser el Cordero del Padre Celestial, para perdonar nuestros pecados y olvidarlos—, Él lo hizo por ti y por mí.  (Romanos 8:2-4; Juan 1:29; 2 Juan 1:6; Revelación 12:17)


9.   Él tuvo que vivir como hombre, humano, y aprender a entender y a conocer a Su propio Padre Celestial, como cualquier humano. 

10.   Él Tuvo que aprender a reconocer lo que es pecado y lo que es obediencia y santidad, y tuvo que entregar Su propio dominio y someterse a Sus autoridades: (1) a Sus padres terrenales, (2) a Su Padre Celestial, (3) a la ley (los mandamientos/instrucciones) del Padre Celestial, y (4) a las autoridades establecidas para el bienestar de su seguridad.
11. Y con todo esto, cuando Él entendió quien Él era, Él fue sabio y estudioso (ensenado, especializado, maestro, preparado, capaz, razonado, distinguido, oído, comprendido) hasta en Su infancia [en las etapas de Su niñez y adolescencia] para comprender que Él era el Cordero del Padre Celestial, el cual perdonará los pecados a los que obedecen al Padre; Él hasta capto [logro, alcanzo a comprender] que tenía que someterse/entregarse aún más a Sus padres y a las instrucciones terrenales por causa a los mandamientos—la Torah o instrucciones de Su Padre Celestial.  
  •  La Palabra nos ayuda entender que Él era un adolecente preparado, discernido y sabio porque todos los que lo oyeron y lo observaban se quedaban asombrados de la profundidad de Su entendimiento y de Sus respuestas y Su capacidad en escuchar atentamente a los ancianos.  ¿Por qué?  Porque Él es el Consolador (vivificante, inspirador, estimulante) enviado por nuestro Padre Celestial para mostrarnos en cómo lograr la salvación por medio la entrega mediante la purificación.  Es decir, el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque ni Lo ve ni Lo conoce, pero ustedes sí Lo conocen porque mora con ustedes y estará (permanecerá, dominará, andará) en ustedes [por causa a nuestra entrega].  (Lucas 2:47; Juan 15:26-27; Juan 14:17.
NOTA: Observando 1 Juan 3:16, la segunda parte dice, “también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos.” En la tradición NIV dice, “Así también nosotros debemos entregar la vida por nuestros hermanos.” Yo admito, esta parte no comprendí en su totalidad por mucho tiempo hasta el día que escribí estas palabras.  Él es tan misericordioso. (Juan 1:32-34 32; Mateo 3:13; Marcos 1:9; Lucas 3:21-22; Lucas 7:19-28)


 ¿Por qué menciono todo esto?  Seré más clara con mi pensamiento
 
 

 

Ya hemos tocado el tema sobre las cosas naturales y espirituales que Yahshua tuvo que entregar; dejar atrás por AMOR al mundo entero para hacerse el Cordero del Padre Celestial.  Pero Él nos está instruyendo, enseñado y mostrando que también nosotras tenemos que despojarnos [dejar atrás],entregar”, nuestra propia soberanía, nuestra honra, nuestra gloria, nuestro poderlo todo porque esta forma de ser es contaría a la santidad y no nos deja obtener el FRUTO del ESPÍRITU de Yahshua; la evidencia de Yahweh y de Yahshua en nosotras para ser halladas a su semejanza
Ya
 
El humano en su estado de pecado se creé que lo puede todo, lo sabe todo, lo es todo y camina con un gran yo (egoísmo, egolatría, egocentrismo, narcisismo).  Pero aquí nuestro Padre Celestial nos abre el entendimiento para poder comprender que como Yahshua, siendo soberano y santo, se despojó—dejo atrás, entregó—todas sus riquezas espirituales y naturales, también nosotras tenemos que despojarnos—dejar atrás, entregar—toda nuestra soberanía pecadora y engañosa en lo espiritual y en lo natural; estas cosas pecaminosas (maliciosas, tentadoras) que como humano apreciamos y tenemos como tesoro.  La Palabra es muy clara en cuanto lo que debemos despojarnos; entregar las riquezas de nuestro propio corazón que impide nuestra “Más Entrega” al Padre Celestial a los pies del Mesías.  Por tanto, hay frutos de Santidad y también hay frutos de la carne, por eso es muy importante que caminemos en los frutos de virtud, santidad, más y más cada nueva día en nuestra “Continua Entregapara no mantenernos más en él, “te estoy esperando”, sino ser como Yahshua platicando con el Eterno y descubriendo los secretos o lo todavía oculto de nuestro propósito
 

NOTA: Las instrucciones del Todopoderoso en cómo vivir una vida en paz e integridad (virtud, fe, ejemplaridad) son basadas en el amor. Amar al Padre Celestial y también al prójimo como a sí mismo es amar al Padre.  Amar al Padre es amar al Hijo; y amar al Hijo es amar al Padre; y amar al Hijo y al Padre es amar a sí mismo; y amar a sí mismo es no herir al prójimo y esto es parte de la entrega; AMAR a través la liberación en la oración. (Mateo 22:37-40)
 
 Miremos con más profundidad a las obras o los frutos de la carne los cuales saldrán a la luz durante el examen de Yahweh mediante nuestra “Más Entrega” para ser libres mientras nos Entregamos Más en nuestra consagración y separación: (Gálatas 5:16-21)
 
Inmoralidad: deshonestidad, obscenidad, lujuria, impureza, escabrosidad-malicia, torpeza-ignorancia-error-equivocación-imperfección, despreocupación, descaro, falta de escrúpulos, corrupción, libertinaje-indecencia-deshonestidad-atrevimento-lascivia-impureza, vicio, desenfreno, escandalo, desorden, borrachera, indignidad, injusticia, infidelidad, irreverencia.
 
 
 Impureza: corrupción, vicio, libertinaje, perversión, contaminación, mancha, suciedad, deshonra, deshonor, indignidad, pornografía, deshonestidad, indecencia, adulteración.
 
 Sensualidad: positivismo/materialism.
 
Idolatría: paganismo, infidelidad-falsedad, politeísmo, superstición, mito.
 
Hechicería: brujería, magia, encantamiento, hechizo, ocultismo, encanto, maldición, superstición, adivinación, evocación, mal de ojo.
 
Enemistades: hostilidades, odios, aborrecimientos, antipatías, rencores, enemigas, indisposiciones, discordias, desuniones, divisiones, divorcios, oposiciones, desacuerdos, diferencias, competencias, desafíos, riñas, contiendas.
 
Pleitos: juicios, controversias, demandas, debates, disputas, discusiones, contiendas, luchas, combates, bata.
 
 
Celos: sospechas, recelos, dudas, inquietudes, desconfianzas, temores, envidias, resentimientos, furias, afanes, deseos, anhelos, apetitos, preocupaciones, esmeros, intereses, sexualidades, injuria.
 
Enojos: irritaciones, disgustos, iras, alteraciones, desagrados, molestias, incomodidades, enfurecimientos, berrinches, corajes, furias, arrebatos, rabias, resentimientos,
 
Rivalidades: competencias, competiciones, contenciones, concursos, celos, envidias, luchas, contiendas, desafíos, oposiciones, enemistades, hostilidades, odios, antipatías.
 
Disensiones: desacuerdos, oposiciones, disconformidades, diferencias, diversidades, discordias, separaciones, desuniones, divisiones, rompimientos, desconformidades, cizañas, riñas, conflictos, tropiezos, dificultades, alteraciones.
 
Herejías: apostasías, deslealtades, negaciones, incredulidades, separaciones, sectas.
 
Envidias: comerse con los ojos, irse los ojos, anhelas, deseas, ansias, codicias, ambicionas, resentirse, disgustarse, celos, pasiones.
 
Borracheras: embriagueces.
 
Orgías: desenfrenos, libertinajes, vicios, excesos, borracheras, disoluciones, pasiones, inmoralidades, lascivias, perversiones, depravaciones, corrupciones, desórdenes, escándalos.
 
 
NUESTRA CONCLUSIÓN 
No fue fácil pedirle en oración la misma petición del Rey David del Salmos 26:2 pidiéndole al Todopoderoso que examine mi mente (imaginación, sentido, instinto, sentimiento, percepción, discernimiento, comprensión, intelecto, pensamiento, voluntad, intención, ánimo-valor-moral, espíritu, juicio-prudencia-discreción, talento, entendimiento, capacidad, inteligencia, razón)—mi corazón (centro, ánimo-valor-moral, alma, esfuerzo, fortaleza, valor, coraje-valentía, voluntad, decisión, órgano, entraña-esencia-profundidad, benevolencia, bondad, caridad, generosidad, amor, afecto, sentimiento, sensibilidad), y que me pusiera a la prueba (investigación, estudio, examen, sondeo-averiguación-verificación, análisis, exploración, indagación, reconocimiento-confesión-descubierta-reflexión, demostración, evidencia, aclaración, explicación, comprobación, hacer ver, convence) para yo poder ver con más claridad en qué áreas estoy ofendiéndole; yo quería [quiero] que Él me mostrara los pecados todavía ocultos en mí.
 
Primero pensé, “no, no lo hagas porque yo no quiero saber lo que hay en mi corazón fuera de la perfecta voluntad del Todopoderoso”.  Pensé que era mejor no saber, pero me acordé, Él me trajo a la memoria, las oraciones que continuamente hago pidiéndole que perdone los pecados ocultos todavía en mí.  Con ese recordatorio, pude humillarme y entregarme en la misma oración del rey David porque entendí que nuestro Eterno había reconocido al rey David como un hombre humilde.
 
Al principio no fue fácil porque tenía temor en saber y entender lo oculto en mí; no quería verme con los ojos del Eterno, ni quería entender, y menos comprender mi condición espiritual con el entendimiento, con la compresión y con la inteligencia del Maestro que escudriña las profundidades.  Por cierto, no quería ver lo que Él ve en mí.  Pero reaccioné y comprendí que esta es la única salida.  Él me atraído a esta realidad y es la única salida para poder adquirir lo que más deseo; la oración de Yahshua en Juan 17.  Su última oración con los discípulos antes de la ultímate sumisión de Su llamado para la ejecución y cumplimiento de la cima de Su propósito/objetivo el cual era Su muerte con todo el sufrimiento; tuyo y mío.  Mientras oraba, las cargas y los temores comenzaron a extinguirse y comencé a clamar como el rey David para ser purificada y también ser hallada justa.  Todo para Su Gloria. Haleluyah (Salmos 26:2, 8-10)
 
Cuando la oración comenzó a coger vida, yo comencé a entender y a comprender la realidad de lo que todavía hay en mis pensamientos, sentimientos y acciones contraria a la perfecta voluntad del Eterno. Hermanitas, no ha sido fácil porque las pruebas viene para que mi alma [mi corazón] sea probada para yo poder reconocer mis pecados ocultos y entregárselos a Él, y poder vivir en el fruto de Su Santidad, y cumplir con la segunda parte del verso en 1 Juan 3:16entregar toda maldad para yo sinceramente darle la Gloria a Yahshua por Su sacrificio.  Un ejemplo y una enseñanza para mí que me dio el valor y la valentía para poder cumplir Su mandato de entregarme más cada nuevo día y:
 
  •  Podré amar—el amor es el principio de todo (Gálatas 5:22; 1 Juan 2:7; 2 Juan 1:6)
  •  Tendré alegría, gozo y paz en todas las situaciones
  •  Tendré paciencia en las pruebas y con las del prójimo
  •  Tendré amabilidad—bondad hacia todos
  • Caminaré con fidelidad en el Mesías y con total confianza porque Él es que me sostiene
  •  Seré humilde como el Mesías (Mateo 11:29)
  • Tendré dominio propio—no más actuando en mis emociones y pensamientos fuera de la ejemplaridad y voluntad de mi Salvador.
  •  Mi naturaleza pecadora con mis pasiones y deseos carnales serán ejecutados (acabados) con el Mesías.
  • Y tendré vida “VIDA”—caminado en la Verdad del Espíritu [Yahshua] todos los días de mi vida.
 
 Así seré, uno con el Mesías y con el Padre cumpliendo la ley del amor—amando por causa a mi continua entrega total.
 
Declare conmigo esta alabanza de labios.  “Gracias Padre Celestial por tu amor, por el entendimiento y por ayudarme en el proceso de ser libre de todo fruto del pecado y del pasado para poder glorificar Tu Santo Nombre con mi vida.  Quiero ser un vaso de honra para ti.  Gracias por Tu paciencia, misericordia y por Tu perdón hacia mí porque comprendo que no lo merezco, pero lo necesito para que escuches mis alabanzas en mi humillación.”

Ya podemos comprender el mensaje del Padre Celestial en profecía hacia nuestras vidas, “Entrégate Más—Te Estoy Esperando”.  Las preguntas, “¿Qué más?” y “¿Qué no estoy haciendo correctamente?”, estarán presente todos los días de nuestras vidas para poder manteneros totalmente entregadas a Él: 
 
 

  • Ayunando, orando y estudiando la Palabra.
  • Mantener un corazón disponible a más entregas para que Él continúe examinado nuestros corazones, y manteniéndonos con aceite en nuestras lámparas como las vírgenes prudentes.  Nosotras nos podemos examinar a sí misma, pero nos podemos engañar [conscientemente o inconscientemente] al no querer reconocer nuestras vergüenzas (confusiones, manchas, orgullos) delante de Él.
  • Él es justo y muy entendió y nos trae a la memoria Su Palabra, con entendimiento, para obedecer y someter nuestro dominio propio para que Él obre en nosotras.
  • Los dones de discernimiento y entendimiento funcionan mejor con los Frutos del Espíritu de Yahshua.  Así es como los dones fluyeran con facilidad, cuando fluyamos en el Fruto del amor en santidad.


      Es necesario que todos los hijitos del Altísimo manifestemos los Frutos del Espíritu de Yahshua para que los dones fluyen en los profetas, instructores, pastores, líderes, evangelistas, predicadores, administradores, intercesores, etc., para que funcionen con facilidad, con libertad y la oración de nuestro Mesías en Juan 17 sea cumplida.  Para la Gloria de Yahweh y Yahshua:


    • Y en esto sabemos que Lo hemos llegado a conocer: si guardamos Sus mandamientos. (1 Juan 2:3)   ¡Ayúdame!
    • El que dice: “Yo Lo he llegado a conocer,” y no guarda Sus mandamientos, es un mentiroso y la verdad no está en él. (1 Juan 2:4)  ¡Ayúdame!
    • Y  todo lo que pidamos lo recibimos de Él, porque guardamos Sus mandamientos y hacemos las cosas que son agradables delante de Él. (1 Juan 3:22)  ¡Ay, Padre, Ayúdame!
    • El que guarda Sus mandamientos permanece en Él y el Eterno en él.  Y en esto sabemos que Él permanece en nosotros: por el Espíritu que nos ha dado. (1 Juan 3:24)  ¡Ayúdame!
    • En esto sabemos que amamos a los hijos del Eterno: cuando amamos a Yahweh y guardamos Sus mandamientos. (Juan 5:21)
    • Porque éste es el amor de Yahweh: que guardemos Sus mandamientos, y Sus mandamientos no son difíciles. (1 Juan 5:3)
    • Y éste es el amor: que andemos conforme a Sus mandamientos.  Este es el mandamiento tal como lo han oído desde el principio, para que ustedes anden en él. (2 Juan 1:6)  ¡Ayúdame!
    • Entonces el dragón se enfureció contra la mujer, y salió para hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Yahweh y tienen el testimonio (la fe) de Yahshua. (Apocalipsis 12:17) ¡wow! ¡Ayúdame!
    • Entonces Pedro, al verlo, dijo a Yahshua: “Eterno, ¿y éste, qué?” Yahshua le dijo: “Si Yo quiero que él se quede hasta que Yo venga, ¿a ti, qué? Tú, Sígueme.” (Juan 21:21-22)


    NUESTRA ORACIÓN
     
    Padre, Todopoderoso, el Gran Creador, el Gran Entendido, el que conoce todos los corazones.  El que no contiende (discute) con el hombre.  El que conoce al humilde y se aleja (aparta, separa, abandona) del soberbio.  Tú conoces mi corazón, todo mi ser y mi situación.
     
    Yo, si, te necesito.  Yo he pecado contra ti, he fallado en mi voto de mi lengua y pensar.  No soy digna de tu perdón ni de tu salvación.  Por favor, cámbiame.  No quiero ser igual.  Tú me dijiste que me entregué más porque me estas esperando y por cierto te digo que ya lo he intentado y estoy en el continuo proceso.  Puedo ver que en realidad necesito entregarme aún más cada nuevo día y que me has liberado aún más desde el día que me entregaste este mensaje.  Yo no sabía que me faltaba mucho más hasta hoy, y mirando hacia atrás, puedo ver que necesitaba más entrega; más liberación, más purificación y más consagración. Auxíliame, me desespero por ti.
     
    No creo que me vas a dejar sola, ni suelta, sin Ti y sin Tu esperanza. Solo te pido perdón por mis actitudes batallando contra Ti toda la noche hasta el amanecer.  Por cierto no merezco tu perdón ni tu salvación, pero te pido, si hay algo—aunque sea un poquito de bondad, esperanza y amor—virtud—en mí, por favor sálvame, auxíliame, líbrame y ayúdame a sobrevivir en un mundo sin amor, sin paciencia, sin compasión y sin misericordia.
     
    Ayúdame para que nunca se me extinga la esperanza en Ti.  Que nunca te blasfeme otra vez en Tu cara—que no me atreva a levantarme contra Ti por simplemente no entenderte, por falta de ser amada, por no ser entendida y por no sentirte cerca de mí.
     
     
    • ¡Ay! de mi alma.  
    • ¡Ay! de mí por reclamar al que tiene el poder de quitarme la vida y mandarla hacia el olvido profundo en el abismo.  
    • ¡Ay! de mí por no ser paciente y por enojarme.
    • ¡Ay! de mí por hacer a mi esposo sentirse mal por no considerarme amada. 
    • ¡Ay! de mí por perder mi esperanza en Ti.
    • ¡Ay! de mí.   ¡Ay! de mí.  ¡Ay! de mí.  ¡Ay! de mí.
        Ayúdanos a entregarnos más y a enamorarnos más de Ti,
     
     

     
     
    Para lograr esta Más Entrega es imposible para mí, pero es posible con nuestro Padre Celestial a los pies del Mesías.
     
     
    Espero que esta hojita ha sido de bendición para ti como lo es para mí. Shalom
     
    Y El profeta te Dice,
    ¡ENTREGATE MÁS—TE ESTOY ESPERANDO!
    Y las hijitas respondieron,
    “Que Sea Tu Voluntad Conmigo”
     
     
     
     
     
    Text Box: Para lograr esta Más Entrega es imposible para mí, pero es posible con nuestro Padre Celestial a los pies del Mesías.
     
     
     

       
     
     
     
     
     


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